Abstract
Las tradiciones culturales europeas han llevado a cabo traducciones diversas de las obras literarias más excelentes de su entorno cultural. El canon filológico hispánico ha negado esta posibilidad a la obra de Castiglione, Il Cortegiano (1528), desde que se publicara la famosa traducción de Boscán en Barcelona, en 1534. Aquí se argumenta la necesidad de revocar una postura.